Opuestos.

Ella transpiraba un aire de ternura que por más que intentara quitárselo, de algún modo terminaba siendo más tierna. 
Él iba por la vida hablando de oscuridad y destrucción, riéndose de todos a su alrededor, importándole poco lo que sucediera. 
Ella lo conoció y se enamoro del él al instante, no por su máscara de chico malo, si no porque era el único que no la miraba y pensaba que era tierna. 
A él le gustaba ella, pero jamás quiso intentar algo porque creía que chicas como ella no se fijarían en chicos como él. 
Ella intento de todo para gustarle, sin saber que lo que más amaba él era su ternura e inocencia. 
Él sabía lo mierda que podían ser los hombres; ella no.
-R. Lizbeth


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